Publicado en la sección Bits Libres del periódico Entretodos, en abril del 2018

Documento libre

En nuestra sociedad cada vez más digitalizada, el uso de estándares abiertos proporciona la libertad para leer y escribir, y por lo tanto, garantiza la libertad de intercambiar información así como el mantener nuestros datos accesibles a largo plazo.

Veamos el siguiente escenario: Es la década de los noventas del siglo pasado. Un joven informático escribe, en un programa privativo de la época, una carta de amor a una joven compañera. Se casan. Transcurre la vida en pareja, y llegamos a el año en curso, donde van a celebrar el seguir juntos, y no pueden abrir el documento que contiene la carta por que el programa ya no se usa. La parte emotiva del festejo, se pierde.

Si se hubiera utilizado un programa que usara estándares abiertos, el documento se podría abrir, con LibreOffice, por ejemplo.

Si bien no todas las personas tienen formación informática para entenderlo, siempre se puede hacer dicha consulta con quienes promueven e invitan a empresas, gobiernos e instituciones educativas a usar estándares abiertos en sus documentos y también a publicar datos abiertos con dichos estándares.

Los estándares abiertos son la clave para la construcción de ambientes informáticos donde nuestra información no quede secuestrada en manos del formato privativo de una sola empresa.

Pero no se trata solamente de documentos, también de poder almacenar todas las formas de datos incluyendo el trabajo artístico (por ejemplo: partituras, música).

Es la única forma de conservar nuestros datos en el corto, mediano y largo plazo y de garantizar nuestra libertad de elección.