Publicado en la sección Bits Libres del periódico Entretodos, en abril del 2023

Compra efímera

Hace algunos años se empezó con la renta de películas para verlas en la casa, casi al mismo tiempo se empezaron a vender en formato físico para el mismo fin.

En años recientes se empezó a popularizar el rentar una película, u otro producto similar, para disfrutarlo vía streaming. Esto se masificó con la llegada de la pandemia del covid-19.

En el año en curso algunos servicios de streaming están regresando a su forma normal de trabajo sin considerar la aparición de nuevos servicios de streaming.

Algunas dejaron de dar el servicio de streaming y con ello la compra de películas. Y es aquí donde se pone interesante la situación.

Las personas compraron un producto que estaría a su disposición para verla en el momento en que desearan la cantidad de veces que así lo quisieran… y ya no lo podrán hacer, a pesar de que la misma compañía se los advirtió.

Se les avisó en el contrato que muestran al inicio, mismo que nadie lee con calma.

Si no se mencionó en el contrato que se puede tener una copia local así como los medios para hacerlo muchas personas perdieron lo que compraron.

No pasa lo anterior con las que compramos en formato físico ya que la ley nos permite tener una copia personal, siempre y cuando no sea para comercializarla. Lo mismo pasa con los libros en formato físico.

Todo por no leer a detalle los contratos y solo pulsar el botón de “Aceptar”.