Publicado en la sección Bits Libres del periódico Entretodos, en marzo del 2018

Datos personales por un peso

Muchas personas no leen el contrato cuando se dan de alta en alguna red social, y ya no digamos de las aplicaciones que instalan en sus smartphones; solamente dan click en “Acepto” o “Instalar”, según sea el caso.

Aún cuando la aplicación dice que va a usar acceso a Internet (¿Para qué lo quiere una alarma?), a la agenda (¿Qué hará un programa de radio con ellos?) o a nuestros contactos y datos personales (¿Un programa de reconocimiento facial?) no nos detenemos a cuestionar.

Aceptamos que nuestros datos personales sean usados para siempre por un programa que usaremos mientras está de moda, o solamente una vez. Mientras, la persona o empresa propietaria del programa puede vender muchas veces, a quién sabe quién, nuestra información… dentro y/o fuera del país… y no será por un peso.

Muy pocas personas conocen que, en México, la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares defiende los datos personales a aquellas personas que así lo soliciten. En ésta ley están los Derechos ARCO (acceso, rectificación, cancelación y oposición) y podemos hacer uso de ellos (si leemos bien el Aviso de Privacidad). Usemos por lo menos el derecho de cancelación cuando ya no usemos determinada red social o aplicación. Con ello, el responsable de la base de datos estará obligado a eliminar la información relacionada con nosotros que él posea.

La idea no es generar paranoia, sino que la gente lea los contratos, los cuestione, pida transparencia y pueda ejercer la protección de sus derechos.